Redacción Jennifer Barillas.
Debido a nuestra cultura, hay muchos problemas que se manifiestan en las relaciones sexuales. Tuvimos una educación que tildaba de pecado tener relaciones sexuales si no eran bajo mandatos religiosos, tal vez una familia que encubría los abusos físicos, o sexuales, un ambiente permisivo con la promiscuidad masculina pero muy opresora con la sexualidad femenina, etc.
Hay mujeres que aún hoy en día se sienten obligadas a fingir el orgasmo, en lugar de buscar sentirse satisfechas. Porque desde niñas no tuvieron una formación donde ellas pudieran preguntar sobre su cuerpo y aprender a conocerse. O se sienten obligadas a complacer a su pareja por encima de estar satisfechas y a gusto consigo mismas. Es decir, hay tantas obligaciones sobre los hombros de una mujer como pareja sexual, y aún así la cultura nos obliga a mantenernos en la ignorancia de experiencias sexuales como una gran cualidad en la mujer. A pesar de que hay al alcance mucha información por internet, no se aborda desde un punto de vista sicológico, sino meramente físico. Incluso comercial. Temas como posiciones del Kamasutra, como volverlo loco en la cama, etc… pero nada de cómo superar los malos conceptos adquiridos en la infancia sobre la curiosidad sexual, cómo disociar un abuso físico con el sexo, etc.
Esta contradicción y doble moral se manifiesta muchas veces en la incompatibilidad sexual con la pareja, no por falta de amor, sino porque a veces ni están conscientes de los bloqueos emocionales y mentales que tienen con respecto a su conducta en la alcoba.
Problemas de anorgasmia en las mujeres; en los hombres, el problema de eyaculación precoz o tantas manifestaciones de problemas en las relaciones sexuales que no se resuelven sin ayuda de un especialista.
El licenciado Gustavo Cuéllar, Psicoterapeuta especialista en sexología nos habla de por qué hay que consultar con un especialista.
El terapeuta busca la raíz o etiología, de lo que detona el problema que el paciente está experimentando en la actualidad.
Etapas en que se puede crear el bloqueo o raíz del problema sexual:
Niñez, adolecencia, en tu primera experiencia sexual o tu iniciación sexual, o en los últimos meses un detonante de algo que has traído de tu infancia. Podemos hablar situaciones que te permitan superar en no llevar una buena calidad de vida en el ámbito sexual.
“En la actualidad se sigue pensando que los cambios inician con la primera regla. Pero el cambio también es a nivel mental. Ella está dentro de la posibilidad de explorarse sin morbo”. La niña no percibe los cambios como los hombres porque sus órganos son internos. Pero no se les dice nada a las niñas porque se cree que las vamos a inducir de manera precoz a la inquietud sexual y que puedan quedar embarazadas. Pero no les hablamos como deben abordar su sexualidad individual y con otra persona”. “Los papás todavía se ruborizan y esquivan esos temas. Y creen que sus niñas no están listas”. “No estoy en contra de la iglesia, pero he tenido muchos adultos que tienen problemas por la forma en cómo se les crió”, afirma Gustavo Cuéllar.
Como Laura hay muchas:
Laura, nombre ficticio de una mujer de treinta años que nos cuenta por qué en pocas ocasiones ha disfrutado de sentirse plena en la cama. “De niña una vez me tocó un familiar en mis partes genitales, yo estaba vestida pero se enojó cuando le dije que parara”. Le dije a mi mamá y no le importó, me dijo que eso no era gran cosa que alguien me tocara. Esa sensación entre las piernas me molesta, no la veo como algo agradable”, declara Laura.
“Estudié en un colegio católico, con una familia católica, ellos ven como pecado la ropa corta, que no me case con mi primer novio, aunque en mi familia los hombres son bien promiscuos e irresponsables. Nunca pude hablar abiertamente de sexo con mis papás. Y cuando vine a estar con mi pareja sentía que era mi obligación complacerlo, aunque no supiera bien qué hacer para tenerlo contento. Y al final yo me sentía mal porque yo no disfrutaba mayor cosa”, expresa la mujer con la mirada hacia el suelo. “No sabía que uno puede buscar ayuda para que el placer del cuerpo no lo veamos como algo malo, y pueda sentirme libre de culpas”, dice Laura.
Así como Laura, hay mujeres que no han sido violadas pero sí abusadas en algún grado y estos bloqueos, como dice el terapeuta Gustavo Cuéllar, hacen que una mujer no pueda disfrutar y ver como algo bueno el disfrutar del sexo. Nadie sabe todo el peso con el que carga una mujer hasta que se manifiesta en estas cosas tan íntimas. Además de el mal concepto de los hombres que hay en su familia, pues como ella afirma son promiscuos y no valoran a las mujeres. Eso también influye en su autoconcepto y se manifiesta en la cama también.
En nuestro país aún hay mucha censura sobre la libertad de una mujer. Su derecho a sentirse y hacer con ella misma lo que prefiera. Vivimos en una sociedad donde a la mujer se le carga de múltiples obligaciones morales y reglas de conducta que a un hombre jamás se las pondrían. Por esa razón hay tanta disparidad en estos temas. Y creemos que desde el punto de vista de un profesional es responsable hablar de un tema tan amplio y que merece ser tratado.
Sin duda una mujer libre es una mujer que se conoce a sí misma. Por eso seguiremos empoderando más mujeres con temas que los demás no se atreven a hablar.