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 Por Jennifer Barillas.

Carolina Jaime es una mujer joven que está dando un giro empoderante a la marca Perfectil. Al entrar al perfil de Instagram de la marca, es inmediato el mensaje. La identidad propia que ha logrado imprimir, llena de frescura, y a la vez disruptiva, pues no han utilizado influencers, sino que han vuelto a través de el producto, visibilizar otras mujeres que ameritan por sus logros y cualidades ser vistas como importantes e influyentes. Dar un giro tan disruptivo, es sin duda de valientes y visionarios.

Carolina también es una catedrática muy querida, y se involucra de corazón en sus clases, donde instruye con sus conocimientos y perspectiva a las jóvenes mentes de los futuros profesionales de la comunicación en la Universidad Doctor José Matías Delgado.

Conozcamos la historia de esta mente brillante.

¿Por qué decide ser catedrática universitaria?

Llevo la academia en el corazón, creo que no hubo un momento en el que decidí ser docente, fue una agradable coincidencia. Al salir de la universidad fui docente adjunto de una cátedra e instructora de una clase en la maestría. En ese momento estaba comenzando mi segunda carrera. En ese momento, estaban cambiando el pénsum en comunicaciones e incorporaron una materia de diseño.  Así fue cómo unos docentes que me habían dado clases en mi tiempo de estudiante, me preguntaron si me animaba. Honestamente lo vi como una manera de devolverle algo a la Escuela, pero al mismo tiempo sabía que era una gran responsabilidad. Hablé con un amigo que se había especializado en el extranjero en educación y le pedí ayuda, quería hacerlo bien, pero en la práctica los alumnos son los que te enseñan a ser docente, tuve la ventaja que en los primeros grupos teníamos casi las mismas edades, así que nos enseñábamos mutuamente. Yo les enseñaba la teoría y la técnica y ellos me enseñaban la emoción por aprender.

Las carreras

Mi pasión siempre ha sido el diseño, pero creo que haber estudiado comunicaciones primero me dio herramientas útiles para complementar mi formación en diseño. Hoy, con el tiempo lo veo así. Finalicé ambas carreras como Summa Cum Laude. Lo irónico del caso es que para mí, estudiar diseño fue un proyecto personal, para no quedarme con el ¿Qué habría sido si hubiera estudiado diseño? Nunca tuve estrés por las asignaciones o preocupación por las notas, simplemente disfruté el proceso, fui verdaderamente feliz y hasta la fecha me da miedo no volver a ser tan feliz como en esa época estudiando diseño. El día que entregaron las invitaciones me llevé la sorpresa que me iba a graduar por segunda vez con la misma mención y el mismo CUM, sin esperarlo. Fue una gran lección, porque el camino y el resultado fueron los mismos en ambas carreras, pero mi actitud y enfoque en las cosas que realmente importaban no. Aprendí a amar la trama más que el desenlace y nada paga mejor en la vida, que hacer lo que uno realmente ama.

“Nada paga mejor en la vida, que hacer lo que uno realmente ama”.

¿Qué le apasiona de la educación?

Compartir con la clase es una experiencia de honestidad, es enseñarles no sólo habilidades, sino acortarles algunos caminos, ahorrarles errores compartiendo los que uno ha cometido. La docencia no sólo es ayudar a formar profesionales sino personas de bien, que puedan tener las mismas o mejores oportunidades que uno. No hay nada mejor que te escriban los alumnos con el tiempo y te digan que lo que vieron en la clase es por lo que les pagan hoy. ¡Es una llamada de atención tan grande a seguir tomándose la docencia con responsabilidad! Creo que mi parte favorita es esa, ver brillar a los estudiantes, ya no como alumnos sino como colegas.

La docencia no sólo es ayudar a formar profesionales sino personas de bien, que puedan tener las mismas o mejores oportunidades que uno.


¿Cuál es su desafío al ser joven ante una marca y sus retos como mujer?

Uno de los mayores desafíos fue entender cómo funciona el rubro. En mi caso las marcas para las que trabajo son guiadas por científicos y los médicos más laureados en Europa. Así que siempre hay mucha información técnica que al principio intimida muchísimo, pese a que el rubro es dominado por hombres dentro de la compañía tengo un apoyo enorme. Un jefe que te dice a diario que no hay nada que no podas hacer, no hay reunión que no termine con un “you can do it!” trabajo con personas que me doblan la edad, al principio tenían sus dudas, pero no hay nada que hable más fuerte por uno que los resultados. Afuera de la oficina es otro mundo, hay lugares a los que hemos ido a hacer negociaciones y creen que por mi edad o porque voy con un hombre soy su asistente o que no tengo poder de decisión. Tristemente dudo que sea la única a la que le ha pasado eso. Estoy segura que las cosas están cambiando y con esta generación nos llevamos sorpresas agradables. Gente joven en puestos claves y mujeres extraordinarias haciendo cosas increíbles, eso lo aprendí en Perfectil.

”No hay nada que hable más fuerte por uno que los resultados”.


Enfoque que se le da la marca

Decidimos conocer mejor a nuestras consumidoras y realizamos una investigación en el que conocimos gustos, preferencias, preocupaciones en cuando a su piel, cabello y uñas. Nos dimos cuenta que más del 70% no se sentían representadas por mujeres en el país y este fue el inicio de The Science Of Beauty. Un proyecto lindísimo en el que conocí a mujeres extraordinarias y talentosas que nos contaron su visión de la belleza y fue un life changing.

Descubriendo el enfoque de la marca Perfectil

Por medio de nuestras consumidoras y embajadoras de marca crecimos y aprendimos muchos sobre el rol de las mujeres en el país, sobre las concepciones que tenemos de belleza y quisimos celebrarlo. Sabemos que a pesar de ser una marca de salud y belleza tenemos un producto basado en estudios clínicos y creado por investigadores en medicina y especialmente en piel, sumando a la visión del mundo de nuestras consumidoras fue divertido unir estos dos mundos tan distintos, pero que convergen en el mismo objetivo: hacer brillar naturalmente a las mujeres.
The Science of Beauty fue un proyecto que nos ayudó a conocer el lado vulnerable de las mujeres en el país, la honestidad con el que hablamos de nuestras debilidades e inseguridades. Pero también conocimos la tenacidad y determinación de cambiar El Salvador y la realidad de las mujeres, que se abren camino donde uno cree que es imposible, especialmente confirmamos que la salud y la belleza van de la mano.
”Trabajamos 1 año y medio en el proyecto y ahora estamos listos para lo que vine”, afirma la Licenciada Carolina Jaime.